Esta cadena no es famosa por la buena calidad de su comida sino por la poca ropa que llevan sus camareras de grandes pechos, y por lo cariñosas que se muestran a la hora de tomarte nota. Cuando estuve en EE.UU. un grupo de ultrahormonados adolescentes me llevo a uno de estos restaurantes dónde una joven y atractiva camarera se sentó en mis rodillas y tras decirme que le gustaba mucho la colonia que usaba me pregunto si la carne me gustaba poco o muy hecha, yo tenía 17 años y no recuerdo que contesté. A quien se le ocurriera el invento estuvo tan acertado a la hora de utilizar a mujeres objeto como reclamo como a la de escoger a quién dar de comer gratis.
Sólo podía pasar en U.S.A.
Actualización: Me echan la bronca (con toda la razón del mundo) el compañero Eduardo Arcos de ALT1040 por no citar la fuente de esta información y por subir su imágen aquí. Pues bien, entono el mea culpa, lo soluciono y a la vez me alegro de que nos lean.
1 comentario:
Dichosos el Tio Billy, haber cuando invita... o a lo mejor debiese de hacer un acuerdo con Hotters, que al comprar un Zune (asi se venderan mas) regalara un pase para una sola follada en Hooters
Publicar un comentario