Les presento al actual Ministro de Cultura francés. Un tio que, para ser político, es más majo que las pesetas. Cito textualmente: "La gente ha despreciado los videojuegos durante mucho tiempo pasando por alto su valor creativo y cultural. Llamadme el Ministro de los videojuegos. Estoy orgulloso de ello".¡Aleluya! Por fin se empiezan a dar cuenta por ahí arriba de que las maquinitas a las que jugamos no son un entretenimiento cualquiera.
Hoy en día, los videojuegos se han convertido en auténticas superproducciones. Muchas veces tienen guiones más currados que las pelis que vemos en el cine, y por si fuera poco los manejas tú.
Seguramente estas palabras del señor ministro no tengan mayor repercusión, pero no está de más que alguien se refiera los videojuegos para algo más que para culparlos de las locuras que hace un pirao con katana.
Noticia original en Meristation
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